En sus orígenes, la ciencia de vida Yoga no fue ideado como terapia. En la actualidad sin embargo, su metodología de limpiezas (sat karmas), el trabajo con la conciencia del cuerpo y su posición (asana), el manejo de la respiración (pranayama), la sensibilidad a la percepción y vida emocional (prathyahara), y el ámbito de la mente por medio de la meditación (dharana – dhyana), la convierten en una escuela de la salud, pues obsequia un bienestar profundo a sus practicantes.

La palabra terapéutico hace alusión a “tratar” problemas de salud, igualmente remite a “cuidar”, como dolencias y afecciones; o bien minimizar síntomas. Así en conjunto, la implicación terapéutica abre camino a la curación.

Según las Asociaciones de Yoga Terapéutico, la clave es despertar el alcance terapéutico y preventivo del yoga, enfocado en las características particulares de la propia anatomía e historia de vida corporal. Ya nos recuerda la OMS que la salud no es sólo la ausencia de enfermedad,
sino que implica un bienestar total en el ámbito físico, mental y social.

El ritmo de vida actual, ésta aceleración del tiempo, la vertiginosa sensación de la inmediatez alimentada por la tecnología, los hábitos
alimenticios y posturales, el manejo emocional y la visión de la vida nos va alejando de nuestra potencialidad saludable.

Menciona el Dr. Herbe en su libro “Yoga restaurativo” …”La maravilla de nuestro cuerpo, con cada uno de sus sistemas, órganos, tejidos y células; cada una de ellas expresando la totalidad y el movimiento continuo de la
vida, me lleva a entender los axiomas herméticos: como es arriba es abajo, como es abajo es arriba, nada esta inmóvil, todo se nueve, todo vibra”. Bajo este contexto es posible afirmar que nuestras células danzan. Ahora la pregunta: ¿cuál es la melodía que pones de fondo?

La búsqueda de la armonía es un flujo constante del organismo. La
homeostasis o autorregulación es una tendencia innata. A través de
los desajustes en la salud se da la oportunidad de restablecer el
equilibrio, como una nueva mirada al malestar, a la llamada enfermedad.

Las clases del Yoga Terapéutico son personalizadas o bien realizadas en grupos reducidos, diseñadas específicamente para reequilibrar los esajustes físicos y ayudar a mejorar las afecciones orgánicas de los
practicantes. Las clases son más suaves y menos exigentes físicamente, puede haber más énfasis en la práctica de la relajación y meditación, así como el rescate de la respiración para el manejo del dolor y en su dimensión correctiva, la dosis de vitalidad y relajación en un dominio energético. Se le da especial relevancia al alineamiento corporal en las posturas de yoga y puede haber mayor uso de apoyos de manera que permitan prolongar el tiempo de presencia en una posición y promover llegar a la famosa fascia, eje clave para la función del yoga terapéutico.

La fascia, puesto que es una sola envoltura que sostiene al resto de los tejidos de nuestro organismo y los conecta entre sí. Está repleto de receptores sensitivos, informando al sistema nervioso central de la tensión mecánica que se experimente. Igualmente es el principal tejido defensivo, puesto que los glóbulos blancos, quienes son el ejército contra la adversidad de nuestro cuerpo, transitan en su interior.

Se dice que es precisamente en la fascia donde se guardan, a manera de sutiles o más severas contracciones, las impresiones en la memoria psicoafectiva de nuestra historia de vida.

De esta manera, alongar y relajar este tejido implica un profunda
experiencia de actualización, cruzando la frontera del sistema músculo
esquelético del plano físico.

El yoga terapéutico te da la pauta para conectar con tu poder regenerador y de sanación.

Ofrece con nobleza la oportunidad de redescubrirse en un mejor estado de salud latente en todo y todos.

Descarga tu cuello y espalda. Hazte responsable de ti y tus posibilidades.
Abre tu pecho. Confía.
Alarga y alínea tu columna. Siente el derecho y la dignidad de ser.
Libera tu pelvis. Haz legítimo el sentido de placer y creación.
Arraiga y planta tus piernas y pies. Estás aquí y ahora.

 

Por: Psic. Nohemí González Vega
Master Yoga Asociación Internacional de Yoghismo, RYT 500 hrs.
Directora de INFINITO “Espacio, tiempo para Ser”
Coordinadora de Yoga en Síntesis Tijuana.
Yoga en Síntesis Tijuana