La Energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. El principio de la conservación de la energía implica su dinamismo. Vaya paradoja: la constante es la permanencia del cambio, la vía de la transformación. Es precisamente este proceso, ‘la transformación’, el origen de la palabra metamorfosis, pues hace referencia a una mutación, un cambio, propio del desarrollo de quien lo experimenta, que va más allá de la forma, impactando de una manera integral.

La natural necesidad de transformación, y al mismo tiempo la resistencia al cambio, está presente la mayor parte del tiempo en la experiencia humana.

Miedo acompañado de anhelo, la curiosidad de lo desconocido, el magnetismo que custodia al misterio; donde la verdadera aventura es ir más allá de uno mismo, sobrepasando las limitaciones, mismas que al final descubres son autoimpuestas.

El cambio es también una capacidad. Esta transformación sucede de manera natural; sin embargo, cuando el ingrediente de ‘el darse cuenta’ toma presencia, es posible hablar de un desarrollo consciente, para lo cual la milenaria tradición del yoga como metodología para la vida ofrece herramientas actuales, desde las diferentes dimensiones del ser humano, y combatir así este mal contemporáneo del olvido de Sí.

El maestro Adrián Marcelli en su libro de Yoga y Desarrollo Humano, describe al yoga como un conjunto de sistemas plural y multicultural en sí mismo, que cuenta con disciplinas y técnicas específicas que van desde la limpieza personal y la alimentación, el trabajo corporal y el desarrollo de nuestra energía sutil, el conocimiento de diversas modalidades de la respiración, el desarrollo de las capacidades sensoriales; hasta la mística, la meditación y la filosofía. Más que una doctrina cerrada, es una tradición que se recrea continuamente, que reflexiona y experimenta acerca del ser humano y su identidad con la naturaleza y el universo.

La propiocepción o conciencia del cuerpo es la capacidad de reconocer la forma y las dimensiones de tu cuerpo, la posición en que se encuentra, los lugares donde se guarda tensión; si una sensación es agradable o no, saludable o no, y ésta es cultivada por la dimensión psicofísica del Yoga a través de las Asanas y los estímulos yóguicos físicos a la salud corporal.

Purificación, alineación del sistema musculoesquelético, estímulo a principales órganos y glándulas para retomar u optimizar su función natural, pues se parte de la visión donde el cuerpo humano es el centro del desarrollo de la conciencia, es el instrumento con cual se navega en esta realidad material.

No te define, tú no eres tu cuerpo; sin embargo, es la puerta a dimensiones más sutiles. Hacer uso de la voluntad sobre el cuerpo, contactando con su fortaleza, sustentabilidad, homeostasis, cuando aportas con hábitos nutritivos para su vital despliegue.

A su vez, la respiración moviliza la energía, para ir más allá de las turbulencias emocionales o mentales; la práctica energética del Hatha Yoga, abordando el aspecto de la fisiología sutil, generando circuitos, promoviendo un flujo de la energía vital, focalizando la atención de todos los alimentos que incluyen los alimentos de los sentidos.

Y así cuidar la cantidad de energía que se genera, se consume, se transforma y se excreta, manteniendo el verdadero equilibrio tan nombrado en el Yoga, la armonía dinámica en el manejo energético que le da contenido a las emociones y pensamientos.

Se llega así a la dimensión mental. Puesto que las emociones y pensamientos son objetos de la mente, éstos pueden ser observados y dirigidos, por medio de la atención la discriminación, cualidad y regalo de la consciencia: el uso de la voluntad.

Cualquier emoción o pensamiento nocivo es como un invitado no deseado, es tu elección dejarlo pasar o sacarlo, y en un momento no regresa más.

La rigidez del cuerpo reduce el rango de movimiento,así como la rigidez de la mente atrofia la visión de las posibilidades. Una obsesión del cómo y el por qué, te vuelve víctima del pensamiento y la emoción, un círculo vicioso con la falsa idea o valor al drama como sabor de la vida. Tienes poder o libertad sólo si te mantienes

presente: el aquí y ahora, el eterno instante. Vale la pena mirar hacia las experiencias crisis sólo desde tu lugar actual, que van forjando tus elecciones, tu andar. Donde colocas tu atención dispones tu energía y desde la mirada en que lo haces: pasado-problemaangustia, futuro-incertidumbre-ansiedad. Es necesario liberar energía mental para poder centrarla al flujo de la experiencia actual, y esto se logra a través de la meditación, el Yoga Real o Raja Yoga, la dimensión meditativa.

El yoga hace un trabajo de pausa, síntesis y transmutación de los flujos de energía. El Yoga, así, es una alquimia. A nivel de la mente, de la palabra y finalmente de la acción, permeando nuestras capas, apoyando a ubicarte en el proceso vivo, en el presente y la experiencia, lejos de los logros, el avance, opuesto al pensamiento occidental donde se atribuye un valor al progreso, más y más, consumo, tener-hacer vs Ser. El proceso es el desarrollo de la consciencia, una toma sucesiva de darse cuenta poco a poco (al ritmo propio) en cualquier contexto con respeto, paciencia y compasión.

Recuerda: no dejes de lado toda transformación, todo cambio en cualquier dimensión, incluso profunda. El cambio de paradigmas, creencias, visión, entendimiento de la vida misma no llegan jamás al estrato profundo del inmutable Ser, pues es el proceso de acercarnos y vivir cada vez más desde él la apuesta y metáfora del Yoga como vivencia.

Ésa es la verdadera metamorfosis, la de tus formas externas ilusorias y pasajeras que bloquean, limitan o impiden el paso hacia tu esencia, hacia la unidad. Darte cuenta de ti en conexión con el todo en este momento y en este lugar como una experiencia viva.


Por: Psic. Nohemí González Vega

Formación en psicoterapia Gestalt Integrativa
Instructora de Yoga certificada por la Asociación Internacional de Yoga Yoghismo, especialidad en el Manejo consciente de las emociones en el yoga / Yoga y Desarrollo Humano (en curso)
Coordinadora de Yoga en Síntesis Tijuana
Directora de INFINITO ‘Espacio-tiempo para Ser’
FB: Yoga en Síntesis Tijuana
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