¿Cúantas veces al día te sientes agradecido o expresas agradecimiento hacia lo que te rodea? Vivimos en un mundo donde todo corre de prisa, donde tenemos que estar logrando constantemente, donde es importante cuidar nuestro cuerpo, alma y espíritu. Pero, ¿como podemos lograr el equilibrio con tanto por hacer, con tanto por lograr?

Vivimos constantemente con la sombra del pasado y la angustia por lo que vendrá en el futuro, desesperados por mantener el equilibrio entre ser padres, hijos, hermanos, amigos; mantenernos saludables, educados, espirituales, por ayudar a quienes lo necesitan. En fin, perdemos el equilibrio por querer cubrir hasta lo que no nos corresponde, juzgando a otros, así como a nosotros mismos.

Una herramienta muy práctica y sencilla para calmar toda esta ansiedad, por controlar diversas situaciones en nuestra vida, y la necesidad de pertenecer o de lograr es la gratitud. La gratitud es una práctica que nos ayuda a sentirnos felices, y nos regala una mejor capacidad para enfrentar las situaciones negativas que se puedan presentar en nuestro día a día.

La gratitud nos ayuda a mantenernos presente, a enfocar nuestra
atención en lo que tenemos en este momento y no en lo que perdimos
en el pasado.

Recuerda que tus pensamientos van formando y creando tu realidad, y si solamente te enfocas en situaciones negativas o de carencia, será un reflejo de ello.

Por el contrario, si enfocas tu atención en lo positivo, en la abundancia
de tu vida, en los pequeños o grandes regalos que vives minuto a
minuto, tu realidad también será un reflejo de ello, creando así una
vida con mayor equilibrio.

Se han realizado diversos estudios acerca del agradecimiento y se reporta que las personas que tienen una práctica diaria, experimentan los siguientes beneficios:

• Mayores niveles de alegría y felicidad.
• Reducen la insatisfacción.
• Enferman con menos frecuencia.
• Duermen mejor y se sienten más descansados.
• Realizan ejercicio con más regularidad.
• Conectan con la vida.
• Tienen más energía, entusiasmo, determinación y concentración.
• Mantienen lazos familiares y sociales más fuertes.

¿Cómo podemos iniciar esta práctica de gratitud? La manera más sencilla de expresar gratitud hacia los que te rodean es con una simple y honesta sonrisa, o un “gracias” que venga del corazón. Esto le hará saber a la otra persona que su presencia, su acción, su palabra son importantes para ti.

Otra manera de sentir agradecimiento es sentarte cómodamente por algunos momentos, y hacer un recorrido por todos los regalos de vida que recibes día con día, regalos que la mayoría de las veces no apreciamos o que los damos simplemente por hecho. Por ejemplo, el simple hecho de poder disfrutar de un día más de vida, por el regalo de que tu corazón esté latiendo sin tenerle que darle esa orden, tener un techo para vivir, una cama donde dormir y descansar; que gozas de salud, que tienes ojos con la capacidad para leer este artículo, con la mente para poder procesar lo que tus ojos leen, etc.

Te invito a que día con día realices este recorrido y des gracias dentro de ti. Tal vez al inicio te sientas un poco extraño, por no estar acostumbrado a realizar esta práctica, pero con el tiempo te darás cuenta que la gratitud es como un músculo, entre más lo estimulas te será más fácil ejercitarlo y gozarás los frutos de tu práctica.

Con el incremento de tu atención hacia el presente, junto la práctica y repetición de estas emociones y sensaciones positivas, un mundo nuevo se abrirá ante tus ojos, desde una perspectiva diferente que te ayudará a incrementar tu nivel de bienestar y el de aquéllos que te rodean.

Te agradezco de corazón que te hayas tomado el tiempo de leer este artículo y te invito a poner en práctica esta bella herramienta de vida. También te invito a que me sigas en redes sociales y me compartas de qué manera vives o expresas gratitud en tu vida diaria.

Abrazos.

Por: Mary Carmen Cortez
Chopra Center Vedic Master
FB: Mary Carmen Cortez
www.marycarmencortez.com
Instagram: @marycarmencm