NUESTRO cuerpo físico nos da pistas constantemente sobre las emociones o pensamientos que nos bloquean y desequilibran, así como las relaciones que sintonizan con ello.

Una forma de tomar conciencia de esta comunicación es comprobando si se padecen mas dolores o limitantes musculares del lado izquierdo o derecho del cuerpo.

Aunque cada individuo es un universo diferente a todo lo que lo rodea, existen algunos patrones que pueden asistir a manera de mapa sobre estas manifestaciones corporales. El lado izquierdo con frecuencia lo podemos asociar con lo receptivo, maternal y femenino del ser. Así como el derecho con lo masculino, el inicio, la exteriorización hacia el mundo. Bajo esta visión, la tendencia al dolor en uno de los dos polos podría indicar un rechazo interior de los aspectos masculinos o femeninos y una necesidad de perdón y/o aceptación, así como identificar de qué manera se atrae a la persona o relaciones que activan este desequilibrio en el individuo.

El siguiente modelo de relación entre la psique, la emoción y los síntomas físicos busca ser útil, aportando pistas de lo que puede estar sucediendo en una persona que desarrolla síntomas en áreas específicas del cuerpo. Síndrome del llanto: Afecta el área del cuerpo del plexo solar hacia arriba, el pecho, la cabeza y la nuca. La causa es la incapacidad de tomar una decisión con respecto a los actos de otra persona o por un condicionamiento imaginario que dificulta la toma de decisiones. Su característica más común es la jaqueca que a causa de la frustración generada por la indecisión, el cerebro ordena al cuero cabelludo tensarse al grado que produce dolor (a veces la tensión es tan severa que comprime las venas y produce migraña).

También se expresa por el lagrimeo continuo en los ojos, la congestión de los senos nasales, la contracción de los músculos de la garganta, la presión gástrica sobre el pecho, la rigidez de los músculos de las mandíbulas o apretar los dientes. La presión en la cabeza representa la incapacidad de tomar decisiones, los ojos lacrimosos y la congestión de los senos nasales simbolizan negarse a ver la situación que causa la indecisión; la contracción de la garganta, la tensión de los músculos de las mandíbulas o paladar terminan siendo un resultado de negarse a hablar del tema de indecisión.

La ambigüedad puede convertirse en frustración y está en melancolía, depresión y finalmente entregar a la psique la inercia de buscar en el exterior lo que no se resuelve en el interior. de lo que puede estar sucediendo en una persona que desarrolla síntomas en áreas específicas del cuerpo.

La indecisión crónica o neurosis se puede clasificar como problema mayor en nuestra sociedad actual especialmente en personas entre los 14 y los 42 años.

Síndrome de la responsabilidad: Las áreas afectadas son los hombros, la parte superior de la espalda y de la columna. Además aquí se presentan los síntomas de compresión, los motivos psicológicos son excesiva responsabilidad, temor a la carga de responsabilidad o el enfrentar negligencias propias o ajenas, así como a quien no acepta compromisos. Síndrome de la culpa o frustración sexual: Aquí las áreas afectadas son las ingles, el bajo vientre, caderas y lumbares. Las causas psicológicas están relacionadas con el manejo de la energía sexual o creativa, la culpabilidad sexual relacionada con alguna religión, sentimientos de culpas o victimización por infidelidad y/o promiscuidad, sentimientos de incapacidad sexual, temor a agresión sexual, etc.

Los síntomas pueden ser calambres gástricos, estreñimiento, acidez, dolores menstruales excesivos, menstruación demasiado abundante o ausente, infecciones vaginales o cistitis, frigidez vaginal, eyaculación precoz, impotencia, presión / dolor de próstata o los testículos, así como problemas del riñón. Síndrome del culto al esfuerzo: Las áreas afectadas son los brazos, las manos y los dedos. Las causas psicológicas son la necesidad de truncar la expresión, la negación o supresión de esa necesidad, la incapacidad de alcanzar lo que uno desea y formular deseos como forma de existir, falta de autoestima, acumulación de sentimientos (ya sea de rechazo, poseer, etc.).

Los síntomas son verrugas o pequeñas ampollas en las manos o dedos; tensión en las articulaciones;manos demasiado frías, calientes o sudorosas; los problemas relacionados con la artritis y los reumatismos. Síndrome del sobrepeso: el desequilibrio del peso o acumulación excesiva en las caderas puede relacionarse con sentimientos de culpa, vergüenza o miedo residual a agresiones sexuales, que convierten la elevación del peso y masa alrededor de la zona mencionada como una forma de protección. En otros casos, la elevación del abdomen y su crecimiento sobre el páncreas, vaso o hígado habla de una protección directa al cuerpo emocional. Es resultado directo a las pasiones desbordadas, manifestándose con mayor frecuencia en el hombre. Síndrome de la huida: El área afectada está entre los muslos y los pies. Indica una necesidad de correr o escapar (emocional, física, mental o espiritualmente) de cualquier situación o relación que trascienda a la imaginación desgobernada. Las causas psicológicas son el miedo a enfrentarse a ciertas situaciones potencialmente dolorosas, el aburrimiento, el miedo al desastre y el miedo al éxito.

Los síntomas incluyen quemazón entre los dedos o en la planta de los pies, pies fríos por mala circulación y dolores en las piernas. Este mapa en un momento dado puede verse activo por uno o varios síndromes. Por ejemplo: una combinación de dolor de cabeza y tensión en los músculos de la espalda, puede indicar una incapacidad para tomar decisiones con respecto a un tema de responsabilidad; tensión en los músculos de la rodilla y dolor en las piernas pueden decir que la persona desea escapar de la supuesta situación en la que un sentimiento la ubica como atrapada.

Por: Rafael Z. Flores S.
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