CON UN SOL radiante a toda luz y una concurrencia bastante nutrida, rodeados de una naturaleza vital se vivió el 19 de Marzo la “Celebración del Despertar en los Viñedos de la Paz”, donde el Valle de Guadalupe fue la locación perfecta y hermosa para llevarse a cabo.
Siendo un evento con el objetivo de reunir a diferentes representantes de las diferentes ideologías de a región, correspondió la promoción e invocación de paz para todos los que vivimos en este mundo, por lo cual asistieron autoridades del puerto de Ensenada y muchas personas que incluso vinieron de otros lugares de la República Mexicana y fuera de ella, para ser partícipes de tan loable causa. Además de compartir un festival lleno de música y color, lo más importante fue la develación del Thangka, pieza única en América, que fue hecho especialmente para engalanar una cima acondicionada como un lindo paisaje para exhibir tan bella obra maestra del arte tibetano (igual como se tienen en el Oriente estas piezas majestuosas de su expresión cultural).
Dicha pieza es una pintura en rollo budista tibetano, a menudo con imágenes de budas o mándalas. THANG KA es una palabra tibetana, que significa ‘mensaje grabado’. Los thangkas quieren comunicar un mensaje al practicante budista en su contemplación.
Una pintura thangka sirve como una ayuda a la enseñanza, cada detalle tiene un significado profundo y se refiere a las partes de la filosofía budista.
Lo primero ante todo para comenzar el día fue una práctica de yoga en estos bellos Jardines de la Paz, donde cientos de participantes hicieron una vibrante sesión guiada de expertos maestros.
El encargado de dirigir la “Meditación por la Paz” fue el Venerable Lama Lhanang Rinpoche, cuyos mantras mantuvieron atentos a todos los asistentes, ya que su sola presencia contagió una paz indescriptible. Sus palabras hicieron vibrar los corazones de todos, porque teniendo paz en nuestro interior, el exterior puede fluir de manera perfecta. Con la formación de unaespiral humana, símbolo de infinito, así fue la culminación de esta ceremonia.
Al final, para festejar el éxito de la meditación, hubo bailes y cantos originarios del oriente, los cuales todos los asistentes pudieron gozar y compartir, así como contribuir con la sanación del mundo.
¡Enhorabuena por este tipo de eventos! Donde no importa tu ideología o creencia, con el cual un solo fin une a los habitantes terrestres.
Por: Sylvianella Castillo