ANTES de iniciar estas líneas, me preguntaba cómo llamar este artículo, hay tanto por hablar que no podría priorizar algún tema en particular. Así que empezaré por lo que movió a mi corazón…Bailar para vivir!!! Cuando me toca estar parada frente a grupos de niños menores de siete años invitándolos a bailar, la mayoría recibe la información con gran alegría, todos esperan ponernos en acción, no existe la vergüenza ni las expectativas, tan solo bailar. Conforme voy pasando a los demás niveles los interesados son cada vez menos y no porque no quieran, sino porque la pena, es el motivo principal para no atreverse a hacerlo: entonces es aquí donde compruebo que esos mismos niños, años atrás, hubieran dado lo que sea por tener esta oportunidad. ¿Y esto por qué es? Porque todos, absolutamente todos, estamos invitados a bailar desde que nacemos; más adelante les explicaré la razón.

Por tanto tenemos la urgente necesidad de invitar a nuestros hijos a probar la danza en una etapa temprana porque, de lo contrario, probablemente pasarán su vida adulta sin disfrutar de este arte que proporciona innumerables beneficios.

Conforme iba investigando empecé a conocer todos estos beneficios, lo que aporta a nuestras vidas; pero, sobre todo el sentido que le da a nuestro existir. Entonces comprendí la importancia de escoger una escuela de danza. Comencé por dejar de ver la danza como un simple esparcimiento, una clase extra. Me di cuenta que el mundo de la danza va mucho mas allá de vestuarios brillantes y grandes eventos sociales. La Danza proporciona: Autocontrol: Capacidad consiente de dominio sobre uno mismo. Es una de las facetas humanas que potencian el rendimiento del ser humano, ya que regula los impulsos de manera voluntaria. Permite, en momentos de crisis, distinguir entre lo más importante (aquello que perdurará) y lo que no es tan relevante (lo pasajero).

El autocontrol necesita del diálogo sereno, por ello una clase de ballet clásico es una excelente sugerencia para desarrollar autocontrol, ya que se realiza generalmente bajo música clásica (sus ejercicios físicos demandan esta característica a quienes lo practican). Proyección: Superación de ansiedad y conciencia del cuerpo. Aceptar el nerviosismo y trabajar con él. Darnos a conocer ante una persona o ante muchas. Se necesita de bastante seguridad para lograr el cometido de dar saludfisica1conocer ya sea nuestra persona, lo que pensamos o sentimos. Una clase de ritmos latinos es excelente para trabajar con la proyección, ya que esta disciplina dancística promueve movimientos y compases que nos exigen desinhibir nuestras almas y el resultado promueve la seguridad para poder desarrollarnos y caminar día a día. Ritmo: Forma de sucederse y alternar una serie de cosas (movimientos, palpitaciones, acontecimientos, etc.) que se repiten periódicamente en un determinado intervalo de tiempo. Se sugiere clase de jazz o hip-hop ya que son disciplinas que invitan al bailarín(a) conocer esta característica; la cual terminan por aumentar la comprensión auditiva de quienes lo practican. Coordinación: capacidad de cada uno para organizar la contracción de los diferentes músculos del organismo y generar movimientos con un objetivo específico.

Se adquiere a una edad temprana para madurar a lo largo de la vida. No es fija, se puede mejorar o deteriorarse. La coordinación es algo que usaremos toda nuestra vida, para nuestro trabajo, entre otras. Los líderes tienen gran capacidad de coordinación. La danza del tap es la ideal para trabajar con esta gran característica, ya que se utiliza cuerpo, sonidos y destreza mental para llevarla a cabo. Estos en conjunto dan resultado a un buen bailarín.

Bailar invita a decidir por el lado positivo de las cosas, de las personas o de las situaciones que vivimos, desarrolla una comprensión y percepción mucho más acertada y sensible hacia lo que más nos gusta o disfrutamos.

¿Imagina estar seguro de lo que nos proporciona felicidad? ¿Cuántas decisiones sin problemas tomaríamos si nos conociéramos más? Y eso se aprende, se impregna desde edad temprana.

La danza está fuertemente vinculada con sentimientos y emociones, con valores y virtudes que hacen de una persona un ser más integral y feliz, siempre y cuando se respete el sentido verdadero de danzar.

Voluntad: Tener la inquietud personal de disfrutar de la danza.

Compromiso: Asumir responsabilidad para aprender de la danza.

Disciplina: Aprender a seguir a los maestros y ser constante en lo aprendido.

Paciencia: Saber que el esfuerzo lleva su tiempo para dar fruto. Aprender a disfrutar el proceso mientras llega el resultado final.

Trascendencia: Atravesar algún tipo de límite, ya sea físico o emocional. Se trata de dar un resultado de gran impacto, aprender a dejar huella como consecuencia del disfrutar un trabajo o pasión.

Equipo: Es un grupo de personas que interactúan, discuten y piensan de forma coordinada y cooperativa, unidas con un objetivo común. En nuestro caso, bailar y lograr que el público disfrute con nuestro trabajo.

Respeto: Consideración de que algo es digno y debe ser tolerado. Aprender a respetar las capacidades y limitaciones que yo o mis compañeros podemos tener y trabajar en ellas bailando. saludfisica2Como usted ve, la danza es todo un mundo lleno de grandes cosas que nos enriquecen no sólo como bailarines, sino como personas. Por ello es de suma importancia que a la hora de escoger una escuela de danza, revise su filosofía, los valores que maneja, la manera en que ve las competencias y como trabajan en equipo. Recuerde que cada instante que su hijo pasa en un estudio de danza se está empapando de la forma en que verá la vida y sobre todo la forma en que se moverá a través de ella. Enseñarles a nuestros hijos el valor de lo que verdaderamente nos llevará a experimentar plenitud y felicidad. Aprendamos a movernos con ritmo y felicidad a través de nuestras vidas y dejemos que la danza sea el medio que nos permita encausar lo que sentimos y deseamos. Los invito.

Por: Karla Zúñiga
Directora Live Dance Academy
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