¿Cómo saber si necesitamos tomar suplementos diariamente?

¿Cómo sabremos cuáles son indispensables para nuestra salud y en qué etapas de la vida se deben incluir? Y, ¿qué tal si nuestros síntomas de cansancio, depresión y dolores de cabeza son sólo el resultado de no consumir suficientes nutrimentos?

Empecemos definiendo que un suplemento es cualquier sustancia ingerida para mejorar la salud, incluyendo vitaminas, minerales y hierbas, tomando en cuenta que no curan enfermedades.

Actualmente, hay mucha polémica en torno a este tema.Generalmente nos encontramos con dos posturas: “en los alimentos encontramos y consumimos todo lo que el organismo necesita, no estoy a favor de suplementarme” y los que están totalmente a favor de consumirlos e incluso quienes lo ven como una necesidad.

Existen factores que orillan a profesionales de la salud a recomendar suplementos específicos para sus pacientes, dado que se ha perdido parte de los nutrimentos que años atrás nos ofrecía la naturaleza.

La calidad de la dieta ha dejado de ser prioridad y se convierte en una cuestión de incluir alimentos que nos hagan sentir satisfechos, como comidas rápidas, procesadas y carentes de nutrientes.

 

Ésto, aunado a un estilo de vida ajetreado y demandante, ha catalogado a los suplementos como una ayuda o apoyo para lograr cubrir los requerimientos diarios. Dependiendo de la edad del individuo y las condiciones que el médico o nutriólogo consideren, se puede sugerir la ingesta de suplementos para regular o coadyuvar en el tratamiento o manejo de la enfermedad del paciente:

• Embarazo, lactancia o en la etapa previa al embarazo.
• Enfermedades cardiacas.
• Enfermedades inflamatorias.
• Diabetes.
• Sistema inmune deficiente.
• Dolores y cansancio muscular.
• Baja densidad ósea, fracturas.

Entre los suplementos más comunes y de uso diario, se encuentran:

Una vitamina esencial en el día a día es la B12, ya que es importante para el funcionamiento del sistema muscular o nervioso.
Síntomas 
de déficit van desde cansancio, depresión, hasta dificultad para concentrarse y poca resistencia muscular. Anteriormente se recomendaba sólo para quienes llevaban un tipo de alimentación vegetariano o vegetariano estricto (vegano), hoy se recomienda a todas las personas.

Vitamina C, uno de los antioxidantes más importantes, ya que ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro celular, producción de colágeno, cicatrizante, anticancerígeno y permite absorber el hierro.

Vitamina D, calcio, magnesio y fósforo para mejorar la salud ósea.

Hierro, necesario para un correcto conteo de células
sanguíneas, prevenir y/o corregir anemia.

Omegas, ya que ayudan a la regulación de colesterol en sangre.

¿Qué puedo hacer para incluir mayor cantidad de vitaminas y minerales a través de la alimentación? 

Incluir un arcoíris de frutas y vegetales! La naturaleza es asombrosa y cada color de frutas y vegetales nos ayuda a agruparlos de acuerdo a los nutrimentos y funciones que tienen. Cada color que apreciamos se ha pigmentado en gran parte por sus nutrimentos, por lo que se podrían separar en distintos grupos:

• Verdes: Ayudan a desintoxicar, desinflamar, regenerar y proteger a cada célula del organismo. Su pigmento se debe a la clorofila.

Rojo: Refuerza la salud cardiovascular y aporta antioxidantes importantes. Su color vibrante se lo atribuimos al licopeno.

Morado: Indica nutrimentos principalmente esenciales para la salud del sistema nervioso.

Blanco: Favorece la salud del sistema óseo e inmune.

Naranja y amarillo: Su principal nutrimento es la vitamina A, refuerza la salud de la piel, huesos, mucosas y vista.

Mi recomendación para que la mayor cantidad de micronutrientes provenga de la alimentación, es incluir mínimo una fruta diferente en la primera mitad del día, para aprovechar la energía que nos brinda.

Aumentar la cantidad de vegetales en el resto de las comidas principales e incluir mínimo cuatro colores. Hagamos diversas preparaciones, desde jugos, licuados, ensaladas, vegetales cocidos, salteados, horneados y sopas.
Utilizar de media a una taza de frutos rojos o “berries” al día, para asegurar un correcto aporte de antioxidantes y vitamina C.

Consumir de una a dos tazas de vegetales verdes como apio, espinacas, kale (col rizada), lechuga, espárragos, brócoli o acelgas, además del resto de los vegetales para un aporte suficiente de calcio, hierro y proteína.

Es importante mencionar que solamente el médico o nutriólogo puede determinar la dosis recomendada para cada persona y sin dejar de puntualizar que por ningún motivo debemos automedicarnos.

 

Por: Fernanda Encinas 
Nutrióloga Vegana

Citas: (664) 518 0689


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Nutriologa Fernanda Encinas