En febrero del 2015, el senado aprobó la Ley N ° 2015-136. La propuesta de ley entró en vigor el 25 de julio del mismo año, la cual obliga a las escuelas primarias a apagar todas las redes Wi-Fi, cuando no estén siendo utilizadas específicamente para fines educativos.

Este proyecto de ley tiene en cuenta los derechos de los padres a ser informados acerca de la exposición que reciben sus hijos a los campos electromagnéticos,incluso en las guarderías (y otros lugares) donde los niños menores de 3 años se mantienen durante largos períodos, así también en viviendas en donde haya niños.

Asimismo se establece que, con cada venta de un teléfono móvil para el uso de niños menores de 14 años de edad, debe incluirse un auricular especial para el niño. Se prohíbe la publicidad de tabletas a menores de 14 años (con el riesgo de una multa de 75.000).

Esta ley también prevé la ubicación de antenas. La Agencia Nacional de Frecuencias pondrá a disposición de los municipios de Francia un mapa con las instalaciones existentes, identificando aquellas con valores atípicos – definidos como lugares en los que el nivel de exposición del público a los campos electromagnéticos excede sustancialmente de los que generalmente se observan a nivel nacional.

Advierte también que el riesgo electromagnético no se limita a la vivienda privada, sino que se refiere también al mundo laboral. Esto al menos es el objeto de la Directiva 2013/35/UE de proteger a los empleados expuestos a los riesgos de los campos electromagnéticos.

En Francia ya existe mucha conciencia social de estos temas. Si bien todavía no hay consenso científico oficial entorno a los posibles riesgos para la salud de las radiofrecuencias, muchos estudios y opiniones han llamado a la prudencia.

Actualmente existe un creciente debate sobre los posibles efectos que a medio y largo plazo se pueden derivar de la exposición a campos electromagnéticos (CEM).

La calificación por parte de la OMS en 2011 de las radiaciones electromagnéticas, como posible cancerígeno del tipo 2B, ha provocado una inquietud social sobre este tema, en particular en lo que se refi ere a los riesgos de la población más sensible, como es el caso de los niños.

A su vez, la Comisión de Medio Ambiente del Consejo de Europa va a proponer a la Asamblea Parlamentaria (su máximo órgano de decisión) la “prohibición de todos los teléfonos móviles o sistemas wi-fi de las clases y colegios”.

En un Eurobarómetro reciente, el 48% de los europeos afirmó que está preocupado por los efectos sobre la salud de los móviles, indica el informe.

El Comité de Medio Ambiente está trabajando en el asunto de los conflictos de interés, y en la urgente necesidad de una auténtica independencia de los científicos implicados en las agencias oficiales; y apunta, con lo que arroja una sombra de sospecha sobre todos los organismos oficiales.

Por: Martín Chávez López
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