ES UN TRATAMIENTO alternativo (porque no se le ha dado la difusión que merece), en el que se utiliza al caballo como co-terapeuta para aprovechar al máximo lo que este representa, junto con su entorno natural, para habilitar o rehabilitar a personas con capacidades diferentes.

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¿De qué forma puede el caballo rehabilitar?

Los principios que rigen la equinoterapia se basan en las bondades o características inherentes del caballo mismo, de ahí que se le llame coterapeuta, y son las siguientes;

  1. Trasmisión de calor.Su temperatura corporal está entre 38.8º C y puede alcanzar los 40ºC (temperatura corporal del ser humano: 37º C) y es equivalente a un tratamiento térmico. Estos son de gran ayuda para relajar músculos rígidos o espásticos, como en el caso de nenes con Hipertonía o Parálisis Cerebral. El calor también estimula la buena circulación sanguínea.
  2. Trasmisión de Impulsos. Un terapeuta físico mediante un masaje corporal trasmite de 10 a 15 impulsos x min. Al montar un caballo, éste te transmite al paso, entre 90-102 impulsos músculo-esqueléticos x min., dependiendo de la edad y cuerpo del jinete. Los impulsos se propagan hacia las piernas igual que hacia la cabeza, a través del cinturón pélvico y la columna dando una estabilidad y equilibrio al tronco.
  3. Trasmisión del Patrón Tridimensional de la Marcha. El patrón de marcha del caballo es muy parecido al del humano, y al recibir dichos estímulos, el cerebro humano lo interpreta como que es el jinete el que camina, reconociendo órganos y miembros; activándolos. Estimulan directamente los sistemas respiratorio, gastrointestinal y circulatorio, normalizando así respiración, digestión y presión arterial. Además el movimiento está relacionado directamente con la habilidad para aprender, matemáticas y lecto-escritura.
  4. Impacto Psicológico, Social y Sensorial. El caballo siendo un animal presa, aún domesticado, conserva su excepcional sensibilidad para evaluar su entorno y los integrantes de su manada. Tiene personalidad propia. Responde al cariño y buen trato. Siendo un animal muy social, los humanos pasamos a ser parte de la manada. El caballo educado para equino terapia responde a mandatos verbales, estimulando así la vocalización de ideas en el jinete.

Es, a mi modo de ver muy personal un ecualizador social. Para una persona que no encaja en una sociedad es por una razón u otra, el ejercitar sobre un animal de 400kgs, llega a ser empoderante. El estar físicamente a una altura más arriba que el nivel de los ojos de otra persona también lo es. Tu vista es de arriba hacia abajo y no como generalmente es de abajo hacia arriba, para un niño o niña o una persona en silla de ruedas. Se eleva la autoestima. Por ser una actividad extramuros, las defensas psicológicas para aprender algo desaparecen. Colocándose el cerebro en un estado cortical, idóneo para el aprendizaje. En el ámbito sensorial, el jinete o amazona se ve expuesta a múltiples estímulos naturales; las diferentes texturas de la piel, crin (pelo largo del cuello), la cara, la nariz del caballo. Sus movimientos tridimensionales –de arriba abajo, de un lado a otro, frente y atrás-, el viento, el sol y por que no, el polvo, si… la tierra que la vemos como enemiga pero a menos que exista una contraindicación médica, la tierra da anticuerpos, de ella suplimos nuestras necesidades de nutrientes y es parte de nuestra naturaleza también. Mantengamos contacto con ella cada vez que podamos.